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PLANEO ABRAZOS


Esta serie la comencé en principios de 2019 cuando la pandemia era inimaginable. 

A veces, el arte se adelanta a la vida... como si hubiese algo premonitorio en el aire que baja al pincel muchísimo antes de que se plasme en la realidad. 

En esta serie empecé a bocetar imágenes de abrazos capturada por la necesidad de transitar la ternura. 

Mucho antes de saber que en esta cuarentena los abrazos se transformarían en carencia, transité la idea del abrazo como refugio humano-animal. 

Por lo general antes de encarar una nueva serie voy primero en busca de un soporte que me atraiga, soportes no clásicos: Encontré (o me encontraron ellos a mí) unos antiguos planos arquitectónicos de obras en construcción. Me interesó contrastar lo que puede ser una fría construcción edilicia en contraste con la cálida gestación de un hogar. Y así el aire movió mi mano. 

En tiempos de distanciamiento social, barbijos y #quedateencasa, los abrazos son ese calor de hogar que es inexplicable, invaluable e irreemplazable. 

En este contexto de pandemia las prioridades se resignifican y en este mundo del revés, ahora los perros sacan a dar una vuelta a los humanos. 

Ellos siguen siendo nuestros grandes maestros; nos enseñan a vivir en el presente, día a día sin ansiedades ni miedos. 

Por eso: Planeo Abrazos.